El cuerpo funciona como un sistema holístico que reacciona a pensamientos, emociones y acciones por ello, si sólo trabajamos desde una de las partes, nos sentiremos mejor durante un tiempo, pero al final estamos poniendo un parche porque no estamos teniendo en cuenta a todas las partes que nos componen. Tu cuerpo te avisa de que algo no está bien a través del dolor. Puede ser un pensamiento o una actividad repetitiva que mantenida en el tiempo te lleva a un dolor de cabeza permanente por ejemplo, lo cual influirá en que la posición de tus huesos se moverá y al ser un engranaje de cadenas musculares, bajará a tus cervicales, de ahí a hombros y lumbares, cansancio general y progresivamente otras partes del cuerpo se verán afectadas si no ponemos remedio.

A menudo el dolor es el reflejo de una emoción retenida. Desde muchas tradiciones como la medicina china o ayurveda que tienen más de 4.000 años de antigüedad, siempre el dolor está ligado a estados emocionales. En Psicología, se estudia que la emoción produce cambios fisiológicos: cuando estás en estado de alerta el pulso se acelera, puedes respirar rápido y sentir ahogo, mareo, sudores, dolor o parálisis en alguna zona.

En nuestro día a día, cuando nos encontramos alegres o de buen ánimo, parece que ese día no nos duele nada o nos duele menos y sin embargo, el día que se nos cruza y nos pasa de todo o tenemos más de lo que podemos abarcar, empezamos a tensarnos y zas, aparece un dolor de cabeza o de espalda que no teníamos.

Puedes elegir abordar el dolor de la manera tradicional desde una perspectiva exclusivamente física y hacer sesión de masaje y ajuste vertebral trabajando las partes del cuerpo afectadas únicamente y también se puede trabajar de una forma integrada para llegar a la causa combinando la tecnica que mejor se ajuste a cada haciente en ese momento: PNL, terapia craneosacral e Hipnosis principalmente. Y para aliviar las secuelas físicas que tiene ese malestar en nosotros, trabajaremos con masaje y ajuste biodinámico.